Métodos de control que aplicados de forma adecuada pueden reducir las poblaciones de procesionaria y mantener las pinadas en bajos niveles de infestación. No obstante, hay que tener en cuenta que ciertas condiciones ambientales favorables al desarrollo de la plaga no pueden ser modificadas, pudiendo producirse reinfestaciones y que la elección del método deberá realizarse de forma que se ocasione el menor impacto posible sobre el medio.